Entrevista a Clara Bergè, fisioterapeuta responsable del programa Salud en las Escuelas en el Colegio de Fisioterapeutas de Cataluña.

La educación no solo es la clave para el desarrollo intelectual de nuestros jóvenes, sino también para su bienestar físico y mental. En las aulas, nuestros estudiantes pasan gran parte de su tiempo sentados, una realidad que plantea un desafío: ¿cómo podemos asegurar que crezcan con hábitos posturales saludables en un mundo cada vez más sedentario y tecnológico? En esta era digital, las pantallas y las mesas de estudio se combinan con una creciente falta de actividad física, generando inquietudes sobre la salud postural de los niños y adolescentes.

Es imperativo «romper con la actitud sedentaria» y promover pequeñas pausas activas entre las clases

De hecho, la falta de actividad física durante las horas lectivas y el peso excesivo de las mochilas son dos de los factores determinantes en la salud postural de los niños y adolescentes. Clara Bergè, fisioterapeuta responsable del programa Salud en las Escuelas en el Colegio de Fisioterapeutas de Cataluña, advierte que el uso creciente de las nuevas tecnologías en las escuelas y en los entornos familiares ha reducido drásticamente las actividades físicas esenciales para el desarrollo psicomotor de los niños. Esto nos lleva a una situación crítica, donde es imperativo «romper con la actitud sedentaria» y promover pequeñas pausas activas entre las clases.

En España los niños y adolescentes pasan más horas lectivas en la escuela que en el resto de países miembros de la OCDE y la Unión Europea

La situación en España todavía es más grave; según datos de UGT (2016), en nuestro país los niños y adolescentes pasan más horas lectivas en la escuela que en el resto de países miembros de la OCDE y la Unión Europea. Esta intensa jornada de estudio, que abarca 791 horas en la educación primaria y 1044 horas en la secundaria, implica largos ratos de sedentarismo escolar que requiere un cambio urgente.

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No obstante, Bergè asegura que este cambio no siempre es sencillo de efectuar dentro del aula durante las horas lectivas, pero se puede conseguir entre clase y clase, incentivando los momentos en que los niños puedan caminar o correr brevemente. Estas pequeñas pausas no solo ayudan a mejorar la postura sino también a incrementar la concentración y la capacidad de aprendizaje de los estudiantes. «La recomendación genérica es levantarse cada 30 minutos, pero eso puede romper el ritmo de las sesiones, así que lo que decimos es que cuánto más movimiento mejor», declara Bergè.

La distancia entre el niño y la pantalla, la posición de los brazos, la existencia de espacios bien iluminados con luz natural, el tamaño de la tipografía y el color de fondo son aspectos que pueden tener un impacto directo en la salud postural de los niños

El uso generalizado de pantallas en casa y en la escuela también requiere una atención especial en cuanto a las pautas posturales. La distancia entre el niño y la pantalla, la posición de los brazos, la existencia de espacios bien iluminados con luz natural, el tamaño de la tipografía y el color de fondo son aspectos que pueden tener un impacto directo en la salud postural de los niños. Además, Bergè pone énfasis en una cuestión a menudo obviada: la altura de las tablas en los pupitres. Cada niño tiene una altura y unas condiciones físicas diferentes, pero aun así los docentes pueden colaborar en la creación de entornos escolares que fomenten posturas naturales, correctas y confortables.

Las escuelas ordinarias necesitan asesoramiento fisioterapéutico para cuidar la postura del alumnado y del equipo docente

Una de las propuestas más interesantes que Clara Bergè plantea es la presencia del fisioterapeuta en las escuelas. Actualmente, solo se prevé esta asistencia en centros de educación especial que tienen alumnos con necesidades educativas especiales. No obstante, Bergè considera que este asesoramiento de fisioterapeutas debería extenderse a todos los centros educativos para ayudar a crear hábitos posturales saludables, tanto para los alumnos como para los profesores.

La educación postural en las escuelas no solo tiene beneficios inmediatos en la salud de los niños, sino que también contribuye a la formación de futuros adultos conscientes de su cuerpo y de sus necesidades

La salud postural de los niños y adolescentes en las escuelas es cada vez una cuestión más relevante en la sociedad actual, caracterizada por largas horas de estudio y el uso extensivo de las nuevas tecnologías. Promover hábitos posturales saludables, fomentar la actividad física y considerar la asistencia de fisioterapeutas a los centros educativos son pasos esenciales para garantizar que la formación de los estudiantes se desarrolle en un entorno que priorice su salud y bienestar. La educación postural en las escuelas no solo tiene beneficios inmediatos en la salud de los niños, sino que también contribuye a la formación de futuros adultos conscientes de su cuerpo y de sus necesidades, liberándolos del ciclo de dolores y problemas posturales que podrían afectarlos a largo plazo, y que muchos de nosotros venimos arrastrando desde muy pequeños.

Fuente: Inèdit Agencia.