La tasa de infertilidad en España se sitúa en torno al 10-15 % según datos de la Sociedad Española de Fertilidad, lo que indica que dos millones de mujeres en edad reproductiva no pueden tener hijos de forma natural. Se trata de una enfermedad reconocida por la Organización Mundial de la Salud, y que puede afectar a ambos sexos.

Desde el inicio de este siglo los avances científicos en ginecología han abierto una puerta a la esperanza para estas mujeres que desean tener su propio proyecto de familia, pero que por cuestiones biológicas no pueden. Ahora, dos décadas después, la revolución en este campo ya es real. La inteligencia artificial ha traído consigo nuevas posibilidades otrora inimaginables.

Acceso a las entrevistas en el Congreso EBART'24 en Barcelona; fuente: INÈDIT Agencia

Precisamente, sobre las oportunidades que ofrecen las nuevas tecnologías como la IA para la reproducción asistida ha versado la 5.ª edición del congreso EBART (Evidence Based Assisted Reproduction Technology), organizado por el Grupo Eugin, bajo el título «Navegando por el futuro de la fertilidad: innovaciones, personalización y horizontes futuros en las técnicas de reproducción asistida».

La inteligencia artificial dirige el futuro de las técnicas de reproducción asistida, determina la selección de embriones y potencia las posibilidades de conseguir un embrazo

En este sentido, la doctora Silvia Agramunt, ginecóloga del Hospital del Mar, destaca la multifacética contribución de la tecnología a la reproducción asistida. No se limita solo a mejorar las tasas de embarazo, sino que también incide en la modificación de patologías uterinas, permitiendo a las mujeres con condiciones médicas específicas tener la oportunidad de concebir. Defiende que «no solo tenemos que apostar por aplicar tecnologías a nivel de laboratorio de biología, sino también a nivel de ayudas con equipos de diagnóstico por imagen cada vez más potentes».

Big Data e IA posibilitan una mayor personalización de los tratamientos y minimizan el riesgo de imprecisiones en las cirugías

Por su parte, la doctora Amelia Rodríguez Aranda, ginecóloga e investigadora, resalta el papel transformador de la inteligencia artificial en la personalización de los tratamientos de fertilidad: «La capacidad de tomar decisiones basadas en una gran cantidad de datos interrelacionados es equivalente a la experiencia de muchos profesionales a la vez», apunta. Esto abre nuevas posibilidades en la selección de embriones y en la adaptación de protocolos de tratamiento a las necesidades individuales de los pacientes.

Para el doctor Luis Alonso Pacheco, también ginecólogo, lo que obtenemos actualmente con la inteligencia artificial solo es la punta del iceberg: «Se está utilizando ya en la selección de embriones, en diagnóstico por imagen, pero nos queda muchísimo por delante», señala. Esta combinación de tecnologías promete mejorar los resultados y la eficiencia de los tratamientos en el futuro cercano.

A pesar de los avances técnicos, este ritmo acelerado de la innovación plantea desafíos éticos y prácticos. Al respecto, la doctora Agramunt enfatiza la importancia de evaluar cuidadosamente las nuevas técnicas para garantizar la seguridad de los pacientes. Por su parte, la doctora Rodríguez Aranda destaca la necesidad de abordar las implicaciones éticas y sociales de la tecnología en la reproducción asistida, y recuerda que «hay muchas derivadas en la aplicación de ciertas técnicas y aquí es donde se mezclan tanto tecnología como medicina y realidad social».

No hay duda de que el avance de la tecnología está revolucionando la medicina reproductiva, ofreciendo nuevas esperanzas a aquellos que luchan por concebir. Sin embargo, es fundamental proceder con cautela y considerar todas las implicaciones éticas y prácticas a medida que avanzamos hacia un futuro donde la tecnología redefina los límites de la fertilidad humana.

Fuente: Inèdit Agencia.