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Gitanos y gitanas en las aulas

La realidad educativa de una comunidad discriminada

La población gitana española se ha incorporado hace apenas 40 años al sistema educativo. En tan poco tiempo, el avance ha sido enorme, y se ha pasado de la exclusión a la escolarización, transitando previamente por una escolarización separada por medio de las escuelas-puente. Hoy podemos hablar de que las niñas y los niños gitanos están escolarizados en Primaria, un hecho que hace unas décadas era impensable.

Sin embargo, la brecha educativa que viene arrastrando la población gitana sigue abriéndose antes incluso de finalizar la educación secundaria; hablamos de más de un 60 % de abandono escolar frente al 13 % de la población mayoritaria. Hacer frente a este elevado fracaso escolar es uno de los principales retos a los que se enfrenta la comunidad educativa en relación con el alumnado gitano. En Inèdit hemos querido tratar esta cuestión con la Fundación Secretariado Gitano (FSG); Carmen Méndez, directora territorial de la FSG Cataluña, y Miguel Jiménez Martínez, coordinador de educación de la FSG Cataluña, nos hablan de éxito, de obstáculos, de avances y de retos educativos para estudiantes, familias y profesorado.

Pregunta: ¿Cuál es el panorama educativo dentro de las comunidades gitanas?

Miguel: Tenemos una tasa del 89 % en pobreza infantil, un fracaso escolar del 65 % en secundaria, y a los estudios universitarios tan solo llegan el 2 %. Hay una brecha considerable en comparación con el panorama de la población mayoritaria, y en clave de género aún más. Sin embargo, yo creo que hay una evolución en la normalización del alumnado gitano. Tan solo hace 40 años que se ha normalizado la presencia del 99 o 100 % del alumnado en las aulas, al principio por medio de las escuelas-puente que facilitaban el tránsito a la clase ordinaria. Ha habido una mejora, actualmente hay más alumnado en estudios postobligatorios, con estudios universitarios, pero tan solo entre el 5 y el 10 % llegan a esta educación superior, una cifra muy pequeña en comparación con la población mayoritaria.

P.: ¿Qué iniciativas lleváis a cabo desde la fundación para conseguir el éxito de los estudiantes gitanos en la educación?

Carmen: Somos una organización con un recorrido de 40 años, y en 2001 nos constituimos como fundación. Empezamos a gestionar el fondo social europeo y, por tanto, la organización experimenta un crecimiento en cuanto a profesionales y a programas. Nuestra misión es la promoción integral de las personas gitanas, huimos de términos como asistencia o ayuda.

Normalmente, cuando vienen las personas a la fundación es porque o bien tienen una emergencia, una necesidad laboral, o bien necesitan un acompañamiento educativo para sus hijos o hijas. A menudo se trata de intervenciones a nivel familiar, es decir, no solamente se atiende a nivel individual a la persona, sino a todo el núcleo familiar, pues una persona puede estar en búsqueda de empleo y otra estar en el acompañamiento educativo.

Llevamos gestionando los cuatro periodos de fondo social desde 2001. El primer programa fue el programa Acceder, que estaba enfocado a ofrecer itinerarios de acompañamiento, formación e inserción laboral a personas gitanas, y en el que desde la orientación laboral y la prospección con las propias empresas se trabaja partiendo de las necesidades y competencias de la propia persona, y de las necesidades y demandas también de las empresas, para generar oportunidades de empleo para gitanos y gitanas que lo necesitan.

Estudiantes gitanos y gitanas en una de las Aulas Promociona de la Fundación Secretariado Gitano.

Estudiantes gitanos y gitanas en una de las Aulas Promociona de la Fundación Secretariado Gitano.

En el segundo periodo solicitamos un programa educativo, ya que vimos que, centrándonos solamente en el acceso al empleo, muchas personas gitanas entraban al mundo laboral pero solo por la puerta pequeña, y además en determinados oficios como limpieza industrial, camareras y camareros… Nosotros queríamos promover el acceso a todos los puestos laborales, pero era necesario poner el foco en algunas formaciones. De esta forma, se puso en marcha el programa Promociona para hacer un acompañamiento educativo en primaria y secundaria mediante la orientación, trabajando con la comunidad educativa, tutores y tutoras, estudiantes, y con las familias. Todo ello a tres niveles: individual (con la mentorización individualizada), grupal (en el aula Promociona) y comunitario (con encuentros de estudiantes y familias para crear espacios de intercambio).

En el tercer periodo del fondo social presentamos el programa Cali, que trabaja con mujeres gitanas en distintos territorios, partiendo de sus necesidades y demandas. Está centrado en la igualdad de trato, y en el antirracismo, desde su detección al acompañamiento y restauración, incluso mediante procesos judiciales. También se trabaja en la formación de profesionales, que es algo transversal a todos los programas, igual que la interculturalidad e igualdad de trato y no discriminación, la perspectiva de género y la salud.

P.: ¿Qué obstáculos impiden el avance educativo del estudiantado gitano?

Miguel: Pues, por un lado, las bajas expectativas, que pueden venir de uno mismo, del entorno familiar, o incluso del propio profesorado, y que pueden acabar en un efecto Pigmalión, además de la falta de referentes, una necesidad que precisamente se quiere suplir desde el programa Promociona, pues es fundamental que los niños y niñas gitanas crezcan viendo otras vidas y oportunidades, otras alternativas… que puedan verse reflejados en otros modos de vivir. Asimismo, la falta de acompañamiento supone un obstáculo importante, ya que el acompañamiento tanto a nivel de orientación educativa como de vinculación general con las familias es un elemento clave para todo el alumnado.

Las bajas expectativas, la falta de referentes y de acompañamiento, los prejuicios y estereotipos y la segregación escolar son las barreras que obstaculizan el éxito educativo del estudiantado gitano

También suponen una barrera los prejuicios y estereotipos, por lo que es esencial valorar cómo se trabaja la diversidad en el currículo académico; de hecho, hay colegios en los que no se habla de ello excepto si tienen alumnado gitano, y no se trata de eso, se trata de educar a todos los estudiantes en la diversidad, sean gitanos o no, e independientemente de si están en contacto con gitanos en el aula o no.

Finalmente, un obstáculo muy notorio es la segregación educativa, ya sea en colegios donde la gran mayoría sea estudiantado gitano, como en colegios en donde es mayoritario el alumnado gitano en las aulas de refuerzo con currículo adaptado. Este tipo de prácticas, aunque tengan la mejor intención, luego vemos en los resultados que llevan a un fracaso escolar.

Carmen: A todo esto, añadiría la situación económica, la falta de una acogida o recepción, la falta de referencia para las familias en los centros educativos o para el estudiantado. Un sistema que se abre a la diversidad, que fomenta la igualdad de trato y en el que no hay una situación de racismo da confianza a la familia para que sus hijos e hijas estén en ese centro. Para que vivan un proceso que ellos ya han vivido. La confianza que establezca la comunidad educativa con las familias es clave. Hay que tener en cuenta que algunas de ellas no han tenido la oportunidad de estudiar, por lo que hay que informarlas con contenidos entendibles, con un trato y una mirada afables.

P.: Hablabais de la segregación escolar, ¿cuál es el panorama en las escuelas catalanas? ¿Sigue habiendo segregación del estudiantado gitano en el entorno educativo?

Miguel: Aquí en Cataluña tenemos desde 2019 un Pacto contra la Segregación Educativa que firmaron administraciones, ayuntamientos, entidades, centros escolares, AFAS… que se propone eliminar la segregación en un plazo de dos años en todos los centros escolares de Cataluña para generar mayor igualdad de oportunidades para todo el alumnado. También en 2021 se aprobó el Decreto de Inclusión que impulsa la eliminación de la segregación escolar con varias medidas, la mayoría de las cuales impactan en la planificación de las zonas educativas, en la reserva de plazas, en las ratios y la sobreoferta, además de la detección de alumnado con necesidades educativas en el momento de la preinscripción o matrícula. Estos instrumentos son importantes y valiosos e incluso pioneros aquí en Cataluña, pero aún hay que ver su evolución en los próximos años. Ha habido una mejoría, pero sigue habiendo centros escolares con un 90 % e incluso un 100 % de alumnado gitano. Requiere tiempo, pero, sobre todo, que haya compromiso y voluntad para que estos instrumentos se utilicen para lo que han sido creados, para que los años venideros veamos ese impacto y cambio que esperamos.

«Sigue habiendo centros escolares con un 90 % e incluso un 100 % de alumnado gitano»

P.: ¿Hay alguna etapa educativa en la que está infrarrepresentado el estudiantado gitano?

Carmen: En general, hay muy pocos datos, pero se habla de un 2 o 3 % de universitarios gitanos. Te podemos decir que en los últimos años en Cataluña esto ha crecido, gracias al trabajo de una entidad y del programa dirigido especialmente al acceso a la universidad y a sacarse el GESO (graduado en ESO). Se habla de que acaban de entrar 7 personas, que 45 se han graduado este año, pero esto lo lleva Campus Rom, que ha generado una red universitaria de referentes, en la que acompañamiento, vínculo y referencia son elementos característicos de su relación con el estudiantado gitano que les llega.

Solamente hay un 2 % de estudiantado gitano en las universidades catalanas

P.: ¿Trabajáis con familias sobre el progreso educativo de sus hijos? ¿De qué forma?

Miguel: El enfoque integral es importante, con las necesidades de familia y alumnado, y trabajar de manera transversal con el resto del equipo de la fundación. En educación está el orientador educativo que se encargaría en este caso de todo este acompañamiento de manera individualizada tanto con la familia como con el alumnado y el centro educativo. Es muy importante el compromiso de los tres para que el acompañamiento sea exitoso. Desde 5.º de primaria hasta 4.º de la ESO el orientador trabaja competencias con las familias, y mientras lo hace crea un vínculo. Normalmente las familias tienen una perspectiva positiva sobre la educación, sobre todo viendo cómo está el mercado laboral, así que están más abiertas a explorar otras posibilidades para sus hijos, a ver otras referencias de chicos y chicas gitanos que están estudiando, lo que genera en ellos otra percepción.

Del mismo modo, con las familias también se trabaja de manera grupal, pues se cuentan experiencias entre ellas y se animan compartiendo los progresos de sus hijos e hijas. A nivel comunitario tenemos los encuentros de familias y alumnado, en los que trabajamos temas concretos por medio de experiencias y jornadas. Son espacios para que vean y conozcan otras realidades.

P.: ¿Cuál debe ser el papel de los docentes en la inclusión del alumnado gitano en la escuela? ¿Cómo enseñar y aprender en clave de diversidad?

Carmen: La formación del profesorado en cuanto a diversidad en general debería estar mucho más fomentada de lo que lo está, desde la formación inicial a la formación permanente, y no solo respecto a la inclusión, que muy a menudo solamente se habla del tema el día de… Lo suyo es introducir el tema a partir de los conceptos de los niños y niñas del aula (por ejemplo, si estás trabajando la familia, entonces introducirás todos los modelos existentes de familia, estén representados o no en tu aula, y hablarás de ello cualquier día del año, no necesariamente en el día de la familia). No tiene que ser un sistema educativo homogeneizador. Hemos banalizado la interculturalidad, y no era eso, no queremos que se folclorice la cultura, que se le preste atención en momentos concretos, pues es transversal e interseccional, igual que la perspectiva de género.

«No queremos que se folclorice la cultura, que se le preste atención en momentos concretos, pues es transversal e interseccional, igual que la perspectiva de género»

La comunidad gitana es muy diversa, por lo que nosotros no podemos dar a los docentes un decálogo de qué es. Lo que tendrán que hacer, fundamentalmente, es acoger y escuchar a los niños y niñas y a sus familias, para mejorar su situación educativa. Tenemos la responsabilidad de que ese proceso cambie. Si tú has vivido constantemente una situación de exclusión y desigualdad es normal que lleves la mochila cargada de desconfianza. Pero si en el proceso cuentas con un acompañamiento, alguien que te orienta trabajando contigo, con tu familia… e intentando que la comunidad educativa participe de otra manera, tienes la posibilidad de que eso cambie.

También hay que entender a los docentes, que trabajan en contextos a menudo muy complejos. No se trata de cargarles de responsabilidad, sino de poner la carga en la política educativa que debe tener en cuenta todo esto (formación de los profesionales, acompañamiento…).

Luego también hay casos de mala praxis que llevan a situaciones racistas. Para esos casos tenemos que contar con herramientas, y ahora mismo tenemos la Ley de Igualdad de Oportunidades y No Discriminación. Tiene que haber medidas restaurativas, para que las personas gitanas que siempre han vivido en exclusión no se sientan fuera o que no les acoge el sistema educativo y se descuelguen de él. Estamos hablando de derechos, y la educación es un derecho clave, y si seguimos con un sistema que excluye estamos atentando contra la Ley del Menor, y sobre todo contra la infancia gitana, que puede aportar mucho talento a la sociedad.

Miguel: Cuando hablas con alumnado gitano del éxito educativo y les preguntas sobre el tema, ellos sobre todo explican la vinculación o la referencia con algún profesor o profesora que les ha acompañado en el proceso, y yo creo que allí está la clave, en esa vinculación que establece el profesor con el estudiante, con la familia, esa cercanía que permite ver a la persona en su conjunto, quizás una educación más comunitaria en ese aspecto. Por eso es importante la formación en diversidad de los docentes desde la propia universidad, para poder hacer un mejor acompañamiento a cualquiera de las diversidades que formen parte de la escuela.

Más información:

Fundación Secretariado Gitano

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