Inicio Cultura Masculinidades en la era digital
España   Catalunia

Masculinidades en la era digital

Hacia un nuevo paradigma del ser y del estar del hombre

La masculinidad, definida como el conjunto de atributos, valores, comportamientos y conductas que son característicos del hombre en una sociedad determinada, es el manual por el cual se rigen muchos hombres. Durante generaciones, ser hombre significaba ser dominante, fuerte, nada emocional y completamente independiente; sin embargo, en la actualidad están apareciendo nuevas formas de ser y de estar para el hombre en la era digital.

La masculinidad es un constructo social cuyo concepto se aprende desde la infancia

La masculinidad es un constructo social cuyo concepto se aprende desde la infancia. Los colegios, lugares de educación e interacción entre ambos géneros, reflejan el proceso de construcción de esta masculinidad. Al respecto, en una reciente investigación publicada por Ariadna Sánchez Toledano (2023) en la Universitat Oberta de Catalunya se analiza cómo cambia la percepción del concepto de masculinidad a lo largo de las diferentes etapas educativas, desde primaria hasta el último curso de secundaria.

La percepción de la masculinidad varía según la edad de la persona

El estudio concluye que la percepción de la masculinidad varía según la edad de la persona: patrones como la valentía, la inteligencia, tener muchas amistades, otorgar importancia al aspecto físico, tener conductas de riesgo, la afición por el fútbol y tener pareja heterosexual aumentan con la edad, mientras otros se mantienen (nobleza, ser deportista y considerar al hombre como principal proveedor monetario). Por el contrario, la consideración de patrones masculinos como la agresividad, la fuerza y la autoridad disminuyen con la edad. Según la American Psichological Association, algunos de estos aspectos conforman la masculinidad tóxica, y en la actualidad se están manifestando en los niños y adolescentes, en grados diferentes según la edad.

De esta forma, en primaria se percibe al hombre como agresivo, fuerte y autoritario; aficionado al deporte, en especial al fútbol; en 3.º se empiezan a detectar conductas sexualizadas; se percibe que interacciona más con otros niños que con las niñas; hay diferencia de roles en las funciones del hogar según género, y ya aparece la idea de que el hombre no expresa cariño o afecto, aunque tampoco se observa represión emocional, puesto que se le representa con miedo o llorando.

La represión emocional empieza a manifestarse en la adolescencia

A medida que el alumnado va creciendo y avanzando en la primaria se observa una disminución de la asociación de patrones como la agresividad, la fuerza y la autoridad con la masculinidad. Por el contrario, en los últimos cursos se incrementa la atribución de la valentía y la inteligencia como características propias de la masculinidad; continúa la visión del hombre como aficionado al fútbol; se concibe al hombre con tendencia a las actividades de riesgo y a beber alcohol; desaparece la percepción de conductas sexualizadas y la idea de que interactúan más con hombres que con mujeres; y comienza a manifestarse la represión emocional.

Al llegar a secundaria los calificativos de agresivo, fuerte y autoritario ya no son atribuidos a los chicos, y por contra se les considera más valientes que las mujeres. Del mismo modo, la popularidad toma protagonismo, y la inteligencia se concibe como el atributo ideal. Sigue predominando la idea del hombre como deportista y tendente a las conductas de riesgo, aunque desaparece la idea de tener más conductas sexualizadas. También, en las nuevas masculinidades, se termina de aceptar completamente otras relaciones más allá de la heterosexual, aunque vuelve la idea de que los hombres interactúan más con personas de su mismo género que con las mujeres. Respecto a las funciones del hogar, se tiene la percepción de que ambos géneros (hombres y mujeres) participan por igual y con equidad de las tareas de casa. Además, aparece la preocupación por el físico, y se sustenta la represión emocional.

La familia, los amigos, los docentes y los medios de comunicación influyen en el modelo de masculinidad que adoptan los chicos

Respecto a las principales influencias sobre la percepción de la masculinidad, en la investigación se muestra que mientras que en primaria los medios de comunicación, el ámbito familiar, los grupos de iguales y los docentes son la principal influencia, en secundaria se suma a estos también el rechazo hacia la feminidad, y se eliminan los docentes como agente influyente.

El papel de las escuelas

No podemos hablar de la existencia de una masculinidad universal, puesto que actuar como hombre varía según el contexto histórico, social, familiar, cultural, religioso o político, aunque hay unas masculinidades más hegemónicas que otras. Factores como la raza, la orientación sexual, la condición o clase social, incluso la pertenencia a algunos grupos, influyen en el concepto de masculinidad, que a su vez va cambiando a medida que varía el tiempo o grupo social.

Las lecturas, las canciones y los dibujos promueven determinados patrones de masculinidad

En este sentido, las instituciones educativas asumen un rol importante en la construcción de la masculinidad, Planella (2017) asegura que allí es donde se construyen y generan las miradas negativas hacia la diferencia, algo que se puede revertir para mejorar la aceptación de las diferentes identidades. Tal como plantea Guizzo (2013) los niños se introducen en la estructura clásica de la escuela desde los primeros años de escolarización, una estructura configurada a partir de lecturas, canciones y dibujos que promueven determinados patrones de masculinidad.

Los riesgos de hacer apología de la masculinidad tóxica desde la infancia se manifiestan en los múltiples casos de agresiones y violencia, o en las estadísticas de suicidios y adicciones. La evidencia de estos peligros hace necesaria la implicación de toda la comunidad educativa para prevenir desde las primeras etapas actitudes masculinas perjudiciales para la sociedad. Desde la American Psichological Association se incita a poner en marcha acciones de prevención: impulsar programas que reduzcan la violencia, el consumo de sustancias y el suicidio, y promover la lucha contra el odio y la discriminación por razón de género.

En España, de manera gradual, se están introduciendo nuevas formas de entender la masculinidad, más sanas y en simbiosis con el resto de seres vivos. De hecho, existen ya asociaciones de hombres que reivindican un modelo menos contaminado por los estereotipos machistas. Incluso, desde las mismas universidades, se está impulsando la investigación en torno a las masculinidades y a la deconstrucción de la masculinidad hegemónica; un ejemplo de ello es el Observatorio de las Masculinidades creado por la Universidad Miguel Hernández de Elche.

Fuente:

Sánchez Toledano, A. (2023). El canvi de la percepció sobre la masculinitat a través de les diferents etapes escolars d'un centre educatiu. Disponible en línea desde: https://openaccess.uoc.edu/handle/10609/148158

Sin Comentarios

Escribe un comentario

Tu correo electrónico no se publicará