Imagen: alumnos de la escuela Joaquim Ruyra en clase con profesores y colaboradores

Transformar las dificultades en posibilidades con la participación de las familias y el personal del centro es algo conocido como comunidad de aprendizaje.

A veces en educación se habla mucho de metodologías y didácticas pero pocos son los valientes que cruzan la línea de la teoría para construir experiencias reales en la práctica diaria. Miquel Charneco, director de la escuela pública Joaquim Ruyra en el barrio de la Florida, en el centro de L'Hospitalet de Llobregat, lleva años utilizando todos los elementos de su entorno para encauzar el aprendizaje de los alumnos del centro. El éxito académico de los alumnos de esta escuela pública es superior a la media de las escuelas vecinas y por eso se la conoce como «la escuela milagro». Un ejemplo de que los docentes son constructores de sueños posibles, si lo desean.

El modelo de comunidad de aprendizaje es un modelo que se basa en evidencias científicas y prácticas que se ha constatado que funcionan

El modelo de comunidad de aprendizaje es un modelo basado en evidencias científicas y prácticas que se ha constatado que funcionan. Se basa en la fuerza de la palabra y las didácticas dialogadas. Nos lo explica Miquel Charneco: nada se hace por hacer, sino que siguen actuaciones educativas de éxito que están avaladas por experiencias que han funcionado tanto en países nórdicos como en los barrios de las favelas en Brasil. Charneco quiere que las familias estén presentes en la escuela cuantas más horas mejor, estrategia que puede resultar difícil para algunos profesores, pero el profesional de la educación que quiera trabajar en la escuela Joaquim Ruyra debe cambiar su mirada, como afirma Charneco.

Acceso al reportaje completo en la escuela pública Joaquim Ruyra en nuestro canal de YouTube.

La escuela pública Joaquim Ruyra tiene un porcentaje de alumnos de origen migrante superior al 90 %, pero lejos de suponer una dificultad se transforma en una herramienta enriquecedora para toda la comunidad escolar. Las madres, padres y personas conocidas con experiencias enriquecedoras pueden entrar en la escuela y compartirlas o ayudar en tareas de la organización de la vida escolar. «Nadie educa a nadie —nadie se educa a sí mismo—, los hombres se educan entre sí con la mediación del mundo». Estas palabras del filósofo y pedagogo Paulo Freire (Brasil, 1921-1997) son una realidad dentro de la escuela Joaquim Ruyra. El director Charneco nos explica que el personal de administración y servicios (PAS) también participa en los claustros de profesores que se organizan una vez por semana. Todo el mundo debe soñar primero y actuar después para hacer realidad lo soñado.

«Enseñar no es transferir conocimiento, sino crear las posibilidades para su propia producción o construcción», Paulo Freire