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Ser deportista de élite con discapacidad ayer y hoy

Hace 35 años que los juegos paralímpicos se disputan en la misma ciudad que los olímpicos

Imagen de cabecera: Luis Leardy Antolín, exnadador paralímpico y actual director de Comunicación y Relaciones Externas del Comité Paralímpico Español

Ser deportista de élite no es una carrera exenta de dificultad; se empieza desde muy temprano a escalar en el escalafón del municipal al regional, del autonómico al nacional, y finalmente se llega al internacional. Ganar en los juegos paralímpicos u olímpicos es a lo que aspiran muchos deportistas que dedican más del 80 % de su jornada a mejorar su técnica para convertirse en ases del deporte.

Luis Leardy Antolín, exnadador paralímpico y actual director de Comunicación y Relaciones Externas del Comité Paralímpico Español, dedicó más de una década de su vida a la competición de alto nivel logrando 3 medallas paralímpicas de oro y 1 de bronce en Seúl 1988. Hoy en Inèdit nos cuenta su experiencia vital y cómo ha sido la evolución del deporte paralímpico en nuestro país, pasando de ser un deporte «marginal» y poco valorado a ser hoy en día una modalidad «ampliamente reconocida» a nivel mundial, con los juegos paralímpicos como escenario principal.

Pregunta: Háblanos de tu trayectoria como deportista: ¿cuándo empezaste a competir?

Respuesta: Mis primeros contactos con el deporte fueron en la infancia y lo practicaba solo a nivel utilitario, pues tengo poliomielitis en la pierna derecha (discapacidad física). Desde pequeño aprendí a nadar, y a veces jugaba con mis hermanos al fútbol o al baloncesto a mi manera. Sin embargo, al crecer un poco más me interesé por la práctica deportiva y decidí practicar más en serio. Empecé en solitario, y unos vecinos nuestros (nadadores olímpicos) me vieron practicar en la piscina de casa y les pareció que lo hacía bastante bien. Ellos tenían un contacto en la entonces llamada Federación Española de Deportes de Minusválidos y me animaron a ir a probar. Así fue como empecé a entrenar en grupo. Con 13 años ya empecé a competir en campeonatos nacionales, y con 15 di el salto a la competición internacional.

Más adelante me uní a clubes de nadadores de personas sin discapacidad. Así estuve varios años, hasta que decidí cambiar y unirme a un grupo de entrenamiento de personas ciegas de la ONCE (Organización Nacional de Ciegos Españoles), ya que conocía al entrenador, quien además intervino a mi favor para que pudiera entrenar con ellos aunque mi discapacidad no fuera visual. Allí fue donde me preparé para los juegos de Seúl 1988, la competición en la que logré 3 medallas de oro y 1 de bronce. Continué compitiendo también en Barcelona 1992 y seguí con ello unos cinco años más, pero ya solamente compitiendo a nivel nacional.

P.: ¿Cómo fue la experiencia en los juegos paralímpicos de Seúl y Barcelona? ¿Qué significó para ti representar a España en ese evento?

R.: Era todo muy distinto a ahora. El deporte paralímpico era una actividad casi marginal, pero el shock fue muy grande (de manera positiva). Al llegar a la ceremonia de inauguración en Seúl y ver un estadio olímpico que hacía solo un par de semanas había albergado los juegos olímpicos y de repente ser nosotros los protagonistas, ver un estadio absolutamente lleno de espectadores aplaudiéndonos, pues para nosotros que estábamos acostumbrados a que en nuestras competiciones solamente estuvieran nuestras familias, en el mejor de los casos,  fue impresionante e impactante.

Gustavo Sanchez Martinez (Mexico) compite en los 200 m estilos.SIMON BRUTY FOR OIS/IOC (AP), fuente El País

Gustavo Sanchez Martinez (México) compite en los 200 m estilos. Foto de Simón Bruty para OIS/IOC (AP).

En Seúl 1988 por primera vez se usaron para el deporte paralímpico las mismas instalaciones, y tuve la suerte de vivir en primera persona ese paso histórico que se dio gracias a la gestión del entonces presidente del Comité Olímpico Internacional, Juan Antonio Samaranch, que hizo todos los esfuerzos para que la ciudad que albergara los juegos olímpicos también hiciera lo propio con los paralímpicos. Fueron momentos de cambio de los que afortunadamente fui testigo. No obstante, quitando esas grandes citas, en aquel momento el resto de competiciones eran muy precarias.

En Seúl 1988 por primera vez en la historia los juegos paralímpicos se celebraron en las mismas instalaciones que habían acogido los juegos olímpicos

P.: Como deportista paralímpico, ¿qué obstáculos afrontaste en tu camino hacia el éxito deportivo?

R.: Los obstáculos habituales son la precariedad y la falta de medios. Entrenaba en un club de personas sin discapacidad porque las infraestructuras para las personas con discapacidad eran inexistentes, y luego tuve la gran suerte de arrimarme a la ONCE que como entidad ofrece unos servicios de primer orden mundial a sus afiliados, a diferencia de los servicios de los que disponen otras discapacidades.

«Entrenaba en un club de personas sin discapacidad porque las infraestructuras para las personas con discapacidad eran inexistentes»

En aquellos tiempos lo que echaba mucho en falta era que las grandes discapacidades no tenían prácticamente ninguna posibilidad de hacer deporte, y mucho menos deporte de alto nivel. Esta es una carencia que aún seguimos padeciendo, especialmente en el caso de discapacidades físicas como personas en silla de ruedas, parálisis cerebral y otras discapacidades semejantes.

Los que íbamos a los juegos paralímpicos en aquella época teníamos discapacidades que podemos considerar leves, y más facilidad para integrarnos en grupos de personas sin discapacidad, como hice yo. La selección era espontánea, ya que la selección española reclutaba entre los que veía entrenar, pero no había unas infraestructuras, unos planes de entrenamiento; hasta 1995 no existía el Comité Paralímpico Español, y la federación de la que hablé al principio se desmembró en pequeñas federaciones por tipo de discapacidad. Lógicamente, con este panorama en el Consejo Superior de Deportes no nos hacían ni caso, pues teníamos muchas carencias organizativas, y de recursos también.

P.: ¿Sientes que ahora ha mejorado la situación?

R.: Ha cambiado muchísimo. He sido testigo en primera persona de la gran evolución que ha tenido la imagen del deporte paralímpico, ya sea como exdeportista de alto nivel o como director de comunicación del Comité Paralímpico Español. De hecho, España está entre los países que mejor tratan a los deportistas con discapacidad; tenemos un plan ADOP de becas y servicios para que los deportistas puedan dedicarse al entrenamiento como actividad principal; se ha conseguido que haya deportistas paralímpicos en centros de alto rendimiento (entre 60 y 70 deportistas con discapacidad que entrenan en igualdad de condiciones que el resto); los deportistas paralímpicos han obtenido la consideración de deportistas de alto nivel; y la figura del guía para los deportistas ciegos está reconocida en el estatuto del deporte de alto nivel. Se han ido dando muchos pasos en general, incluso la imagen de los deportistas en los medios de comunicación ha mejorado mucho en los últimos años, ejemplo de ello es la figura mediática de Teresa Perales, que ahora tiene mucho reconocimiento social. Además, el apoyo de las empresas patrocinadoras era inimaginable en mi época, en la actualidad vemos deportistas que son la imagen de una marca; y los premios que se conceden en el deporte paralímpico en los campeonatos internacionales se rigen por los mismos criterios para todo el mundo.

«En la actualidad España está entre los países que mejor tratan a los deportistas con discapacidad»

Creo que el panorama actual no tiene nada que ver con respecto a aquellos años, lo que no quiere decir que no tengamos que seguir luchando. Aún queda mucho camino por recorrer en el acceso al deporte de las personas con discapacidad en los niveles de base y de ocio. Hay una brecha enorme aquí.

P.: Si tuvieras que elegir o destacar tres valores deportivos que han tenido un papel significativo en tu carrera, ¿cuáles serían?

R.: Trabajar con metas/objetivos, el trabajo en equipo y la solidaridad, que es muy notoria sobre todo en el deporte de personas con discapacidad.

P.: ¿Cuál es la principal función del Comité Paralímpico Español?

R.: El Comité Paralímpico Español tiene una naturaleza análoga al Comité Olímpico Español, y en la actualidad tanto el uno como el otro tenemos como fin primario organizar la expedición que vaya a participar en los juegos olímpicos cada 4 años, y queremos que los deportistas participen en las mejores condiciones posibles, porque creemos que es una herramienta muy útil para transmitir valores positivos a la sociedad por medio de la excelente imagen de los deportistas con discapacidad. Nuestro objetivo es ese: ser inspiradores para la sociedad, y lo hacemos mediante los éxitos obtenidos y las historias que encarnan cada uno de los deportistas. Al final lo que queremos es conseguir el reconocimiento de los éxitos de estos deportistas a nivel social y en los medios de comunicación, para premiar el trabajo y esfuerzo que han hecho estas personas para lograr las medallas. Además, creemos que esto es también un escaparate para visibilizar lo que puede llegar a ser una persona cuando se propone un objetivo y trabaja para ello.

Para conseguir estos objetivos de reconocimiento y de inspiración tratamos de encontrar las mejores condiciones para que esto sea posible, básicamente por medio del entrenamiento continuo y de la difusión en medios de comunicación. Así, durante los 4 años de cada periodo olímpico nos dedicamos a facilitarlo mediante el plan ADOP (patrocinios) para poder cubrir todas las necesidades de los deportistas (instalaciones, fisioterapeutas, entrenamientos…).

P.: ¿Cómo valoras la cobertura que hacen los medios del deporte paralímpico? ¿Crees que se le da suficiente difusión y visibilidad?

R.: Considero que la cobertura de los juegos paralímpicos es bastante aceptable, pero sí que es verdad que cuando terminan los juegos caemos en el olvido, y por eso trabajamos también desde el Comité Paralímpico para que eso ocurra cada vez menos y que se siga reconociendo y trasladando los mensajes no solamente durante los juegos, sino también durante el resto del tiempo.

P.: ¿Cuál es el proceso de selección y clasificación de los atletas paralímpicos españoles para los juegos? ¿Qué requisitos y criterios se tienen en cuenta?

R.: La responsabilidad última de hacer la lista de seleccionados es de cada una de las federaciones deportivas. Cuando hay campeonatos de Europa y del mundo cada una de estas federaciones trabaja por su cuenta, pero cuando se trata de los juegos paralímpicos lo que hace el Comité es hablar con todas las federaciones para establecer unos criterios de clasificación para cada deporte, que sirven de guía para que los y las deportistas puedan saber cuándo y cómo pueden clasificarse para los juegos. Ahora mismo acabamos de publicar los criterios de clasificación para los juegos paralímpicos del año que viene (París 2024), en los cuales se establecen unas marcas mínimas.

P.: ¿Qué expectativas hay de cara a los próximos juegos paralímpicos? ¿En qué disciplinas crees que España tiene una fuerte presencia y posibilidades de éxito?

R.: Trabajamos para lograr unos resultados similares a los de Tokio 2020, y si se puede mejorar, pues aún mejor. Creemos que estar en el top ten del medallero estaría muy bien a nivel mundial.

En los juegos paralímpicos tanto por presencia de deportistas clasificados como por número de medallas que consigue la selección, los deportes con más participación son natación y atletismo. También es verdad que España, en deportes como el triatlón, el tenis de mesa o el judo para ciegos, alcanza muchos éxitos últimamente.

Por otro lado, el baloncesto en silla de ruedas y el fútbol para ciegos son deportes de equipo que tienen mucho tirón entre la audiencia y arrastran muchos seguidores. Los tres equipos que tenemos actualmente están en proceso de clasificarse, no lo tienen fácil pero esperemos que lo consigan.

«El baloncesto en silla de ruedas y el fútbol para ciegos son deportes de equipo que tienen mucho tirón entre la audiencia»

P.: ¿Existe colaboración entre el deporte paralímpico y el deporte olímpico?

R.: Tenemos buena relación pero no hay demasiados proyectos desarrollados en común. Aquí sí que quizás es donde nos lleva un poco más de ventaja la iniciativa privada; hay patrocinadores de deportistas tanto olímpicos como paralímpicos que a veces organizan eventos inclusivos en los que ambos grupos participan en igualdad de condiciones. Por ejemplo, Sanitas hace muchas acciones de este tipo, y Toyota tiene un equipo de embajadores formado por deportistas olímpicos y paralímpicos. Yo creo que estas empresas son visionarias, incluso van por delante de algunas instituciones y medios de comunicación donde es abismal la diferencia de trato del deporte olímpico respecto del paralímpico.

P.: ¿Por qué hay una brecha entre los premios económicos que reciben los deportistas paralímpicos y los olímpicos? ¿Quién regula estas compensaciones?

R.: Precisamente eso depende un poco de nosotros. Si fuera una concesión estatal está claro que debería ser igualitaria. De hecho, cuando hay medallas en campeonatos del mundo o de Europa que dependen del Consejo Superior de Deportes, se establecen unos criterios exactamente iguales para deportistas con y sin discapacidad. En cambio, la compensación por las medallas olímpicas y paralímpicas no viene en su integridad del Estado, sino que provienen del Plan Apoyo al Deporte Objetivo Paralímpico (ADOP), formada por las aportaciones de los patrocinadores, y solo una parte la pone el Consejo Superior de Deportes (que es equitativa en ambas modalidades). Nosotros aspiramos a seguir avanzando hacia la igualdad de premios entre olímpicos y paralímpicos, y de hecho hemos avanzado mucho, en Tokio llegamos ya a unos 70 000 € por la medalla de oro, y aunque no hemos alcanzado los 90 000 € de los olímpicos, estamos aproximándonos, sobre todo teniendo en cuenta que en Pequín partimos de unos 10 000 €. Hay que tener en cuenta además que el número de medallas paralímpicas es superior al de las olímpicas, por lo que el dinero disponible se tiene que dividir más, y la cantidad de patrocinios con los que cuentan los paralímpicos en general suele ser menor.

El número de medallas paralímpicas es superior al de las olímpicas

P.: Coméntanos algún hito deportivo que te haya marcado o que recuerdes con cariño, ya sea en tu trayectoria como deportista o en tu papel de responsable de comunicación del Comité.

R.: En el ámbito profesional recuerdo mi labor como comentarista de las ceremonias de inauguración de los juegos paralímpicos de Pequín, de Londres y de Río de Janeiro. En Tokio no pudo ser por la pandemia. Además, las audiencias que tuvimos en Río fueron espectaculares en TVE, para mí fue un momento muy especial estar allí y ser la voz de la ceremonia de inauguración y que la vean millones de personas.

P.: Finalmente, ¿qué mensaje te gustaría transmitir a la sociedad en general sobre el deporte paralímpico?

R.: Incidir en los pasos adelante que estamos dando, que la sociedad se acerque al deporte paralímpico y reconozca el trabajo diario de estos deportistas que se esfuerzan para llegar adonde están, y sobre todo, que sigamos sirviendo de inspiración para muchas personas al vernos en sus pantallas, de modo que toda persona con aspiraciones se pueda ver reflejada en nuestro esfuerzo y que se puede destacar de la misma forma en el entorno profesional, personal, familiar o social.

Enlaces de interés:

https://www.boe.es/buscar/pdf/2007/BOE-A-2007-14231-consolidado.pdf

https://www.paralimpicos.es/sites/default/files/inline-files/Criterios%20Nacionales%20de%20Selecci%C3%B3n%20PARIS%202024.pdf

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