Nueve inventos con nombre de mujer

El impulso de la ciencia ha sido una de las principales claves que han hecho posible el progreso de nuestras sociedades. El relato histórico, sesgado en su esencia, ha ensalzado unas innovaciones y ciertos descubrimientos por encima de otros. Las mujeres han sido las perjudicadas en este relato, relegadas a un segundo plano y despojadas de todo reconocimiento. Tras siglos de silencio, la nueva era ha abierto canales para que la voz de las mujeres pueda ser escuchada y, sobre todo, que sus esfuerzos puedan recibir el reconocimiento que se merecen.

Desde 2015 Naciones Unidas (ONU) ha declarado el 11 de febrero Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. El objetivo de esta iniciativa no es otro que el de reconocer el papel clave que desempeñan las mujeres en la comunidad científica y la tecnología.

En Inèdit hemos querido sumarnos a esta conmemoración en su novena edición, dedicando este espacio a visibilizar el trabajo de niñas y mujeres científicas inspiradoras, que han facilitado nuestro día a día con sus magníficos inventos, los cuales todos y todas utilizamos, pero pocos sabemos que han sido creados por ellas.

1. Los lenguajes de programación

Java, Python, SQL o R son algunos de los lenguajes de programación más utilizados hoy en día, que hacen posible multitud de funciones y procesos informáticos. Esto no sería posible sin el programa innovador ideado por Grace Murray Hopper, el primer compilador que traduce el código de programación a lenguaje de máquina. Su trabajo sentó las bases para la programación de computadoras. La impresionante Grace vivió en el siglo XX y fue informática, oficial del ejército estadounidense, matemática, física y pionera en ciencias de la computación. Medio siglo antes otra mujer, Ada Lovelace, ya había creado el primer algoritmo destinado a ser procesado por una máquina.

2. El wifi

Hoy en día estamos conectados a internet gracias al wifi, una tecnología cuya existencia debemos a Hedwig Eva Maria Kiesler, más conocida como Hedy Lamarr, quien desarrolló en los años cuarenta una técnica de conmutación de frecuencias que ha contribuido a la creación de la tecnología wifi y Bluetooth.

3. Sistema de guía por satélite (GPS)

La movilidad es la característica estrella de esta era. Somos capaces de transitar todo tipo de caminos, recorrer largas distancias y explorar terrenos insólitos sin riesgo de perdernos; las aplicaciones de mapas con GPS son nuestra principal herramienta en esta aventura, pero, ¿sabías que este sistema de guiado ha sido obra de una mujer? Su nombre es Gladys West, y sin ella estaríamos perdidos en la carretera. Esta matemática afroamericana contribuyó de manera significativa con sus cálculos precisos, que hicieron posible desarrollar un sistema de guiado por satélite casi exacto.

4. El libro electrónico

Para los que somos amantes de la lectura en todos sus formatos, Ángela Ruiz Robles es nuestra mujer favorita. Su proyecto de enciclopedia mecánica para transmitir sus lecciones en clase de una forma más interactiva, y ya de paso aligerar la carga de los alumnos que llevaban a sus espaldas kilos de libros, hizo posible el surgimiento de lo que conocemos hoy en día como e-book. El libro de Ángela Ruiz tenía bobinas, luces y elementos que se movían para facilitar el aprendizaje del alumnado. Lo llamó «Procedimiento mecánico, eléctrico y a presión de aire para lectura de libros» y llevaba la patente número 190 698.

5. Envasado al vacío

La conservación de alimentos se la debemos a Amanda Jones, reconocida por su contribución al mundo de la tecnología alimentaria con el invento del envasado al vacío. Su innovación revolucionó la conservación de alimentos al eliminar el oxígeno del empaque, prolongando significativamente su frescura y vida útil. Este invento no solo ha impactado en la industria alimentaria, sino que también ha tenido un impacto ambiental positivo al reducir el desperdicio de alimentos. Fue patentado en 1873 bajo el nombre de «proceso de Jones».

6. El típex

El típex es un elemento imprescindible en todo escritorio, especialmente si escribimos a mano muy a menudo. La mecanógrafa Bette Nesmith Graham fue clave en la creación de este líquido corrector. Ella inventó el Liquid Paper, para facilitar su tarea como mecanógrafa y poder corregir con facilidad los errores de escritura que se cometen al mecanografiar.

7. Termómetro de coche para prevenir muertes de bebés

¿Te suenan titulares como «Muere por un golpe de calor una bebé de 18 meses olvidada en un auto en Florida» o «Muere un niño de dos años en O Porriño al quedar olvidado varias horas en el coche de su madre»? Son tragedias muy frecuentes durante los meses de calor. Lydia Denton, una niña norteamericana de 12 años, se propuso poner remedio a esto, para lo cual inventó un dispositivo que mide la temperatura del coche y cuando esta sobrepasa los 39 ºC envía una notificación al dueño del vehículo y a los servicios de emergencia. Este dispositivo lo ha bautizado con el nombre «Beat The Heat Car Seat». Es portátil, se coloca fácilmente en el asiento del automóvil, y está equipado con un detector de presión que registra cuándo algo de 10 kg o más se apoya en el asiento. A partir de ahí, comienza a analizar la temperatura.

8. Prototipo de un coche de rescate en derrumbes

La guatemalteca y estudiante de ingeniería biomédica Gloria Recinos dedicó su infancia a crear múltiples inventos, todos ellos con aplicaciones en la vida real. Siendo aún una niña, diseñó el prototipo de un coche de rescate, un vehículo pequeño con linterna que sirvió para encontrar a las personas soterradas durante la tragedia de 2015 en la colonia El Cambray II, gracias a una tecnología que detecta la luz de los móviles de dichas personas. También ideó un bastón tecnológico, una casa domótica que es controlable desde una aplicación y una prótesis robótica que garantiza el movimiento de todo el brazo.

9. Wanda Díaz-Merced

El último punto de este artículo va dedicado a una gran científica, que con su investigación y trabajo está abriendo camino a las niñas y mujeres con discapacidad. La astrofísica Wanda Díaz-Merced, puertorriqueña de origen, perdió la vista debido a una enfermedad en la adolescencia, pero aun así no desistió de su vocación por este contratiempo. Siguió adelante en el campo de la astronomía, hasta convertirse actualmente en una conocida científica por su trabajo pionero en el uso de la sonificación, una técnica que convierte datos astronómicos en sonidos, para estudiar objetos celestes y fenómenos del universo. Wanda Díaz-Merced aprendió a escuchar las estrellas y los eclipses. Su investigación no solamente ha abierto nuevas perspectivas en la astronomía, sino que también ha contribuido al desarrollo de herramientas accesibles para científicos con discapacidad visual.

Científicas como Wanda, Gladys o Gloria nos recuerdan que la ciencia no tiene género. Toda mente humana es capaz de idear, innovar y descubrir, solo hace falta una buena educación y un contexto favorable para que el desarrollo sea completo y fructífero. En este camino científico que muchas de nuestras niñas emprenden contar con referentes es crucial; Valeria Corrales es una de estas niñas que entendió bien pronto la importancia de ello. Ahora, junto a la ingeniera Patricia Heredia ha creado «un departamento de I + D en forma de canal de YouTube (ValPat)» para inspirar a otras niñas como ella. Ser científica es un sueño posible, igual que el resto de sueños.

Enlaces de interés:

https://www.un.org/es/observances/women-and-girls-in-science-day